martes, 22 de mayo de 2012

~ En casa de herrero cuchillo de palo ~


   Por lo general siempre pasa que si tenemos a alguien en casa que sabe y puede arreglar algo, eso es lo menos que va arreglar en el hogar. Me explicaré un poco mejor, quién no conoce al típico albañil que en su casa es donde puede nesesitar mas arreglos. No se si será porque al estar todo el día en sus trabajos no quieren saber nada mas de ellos en casa, por vagancia, olvidos etc. El caso esque podemos escuchar en estas casas a padres, mujeres, niños...con el comentario, ¿y esto cuando se arregla? o frases similares.




   Y esto desde siempre ha pasado, lo he escuchado de mis padres, tios, amigos. Que si eres electricista y en tu casa se funde una bombilla, no esperes que el arreglo sea rápido. Que si sabes de fontanería pues esa fuga de agua o sisterna rota seguirá asi un pelín más de tiempo.Y asi infinidad de comentarios y hechos que vemos a menudo y que ya por costumbre nos los tomamos con humor.


   Pero en cambio si van a otras casas o algún lugar interesante para ellos o ven alguien en lo primero que se fijan es en algo que tenga que ver con su ámbito de trabajo, ya sea pintura, carpiteria, electricidad, peluquería.. si tubieran ese mismo interes en sus casas para los pequeños sería otra cuestión.




   En fin, aunque se diga y sea cierto lo que se comenta aquí, seguiremos queriendo a esos padres, amigos, parejas que muchas veces le dan la razón a ese dicho que dice en casa de herrero cuchillo de palo.

2 comentarios:

  1. Me hizo recordar de la vez que Al Gore hizo un concierto en 2007 para llamar la atención sobre el calentamiento global. El que siempre anda insistiendo con el asunto de la necesidad de reducir las emisiones de gases contaminantes, hizo transportar para ese concierto a diferentes artistas en jets privados que segun calculos modestos arrojaron 31500 toneladas de monoxido de carbono a la atmosfera.

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  2. Yo creo que lo que pasa muchas veces es que cuando se llega a la casa cansado del trabajo, lo que apetece es desconectar, y esas pequeñas tareas se van demorando por aquello de: "Bueno, ya lo haré después,... mañana,... la semana que viene...", y así pueden pasar años. El hacer las cosas para otros siempre nos suele estimular más que cuando lo hacemos para nosotros mismos. Creo que también ese refrán puede tener una lectura más amplia, y referirse a las incoherencias entre lo que una persona predica en su vida pública y lo que luego practica en su ámbito privado. Conozco el caso de un militante sindicalista que defendía públicamente la justicia social y los derechos laborales, y en su casa maltrataba y humillaba a su mujer. Para ese caso, en mi tierra se dice también el refrán: santo en la plaza, demonio en la casa. Besos y un fuerte abrazo.

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